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\u201c\u00a1No puedo creer que soy tan limitado! No puedo sentir que tengo un cuerpo. Bhagavan, (Se\u00f1or), \u00bfQu\u00e9 es esto?\u201d, Le pregunt\u00f3 Manu a Atmananda. Atmananda no le prest\u00f3 atenci\u00f3n a sus palabras. Hay muchas de esas exclamaciones de sus seguidores a las que est\u00e1 acostumbrado; y \u00e9l sabe la causa de tales sorpresas: Mente. Nunca estuvo impresionado con nada que las mentes hayan producido alguna vez. \u00bfPor qu\u00e9 deber\u00eda? La mente es todo lo que ve a su alrededor. Mentes que caminan, hablan, duermen, sue\u00f1an. Mentes pesadas, cargadas de conceptos, prejuicios, miedos, recuerdos y deseos. Nada m\u00e1s.<\/p>\n
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Manu hab\u00eda experimentado un estado de trance simplemente conectando su mente al centro del coraz\u00f3n de Atmananda, quien siempre estaba en estado de meditaci\u00f3n. Manu se sent\u00f3 a unos metros de distancia y se concentr\u00f3 en el centro del coraz\u00f3n de Atmananda. En ese momento, un sentimiento de fusi\u00f3n y disoluci\u00f3n envolvi\u00f3 su mente mientras el centro de su coraz\u00f3n se fusionaba con el de Atmananda. \u00c9l ha estado haciendo eso desde que comenz\u00f3 a seguir a Atmananda. Finalmente, en ese d\u00eda, vio, o mejor dicho, sinti\u00f3, en su ojo interior, el insondable e ilimitado cielo del centro del coraz\u00f3n de Atmananda. Todo el universo parec\u00eda descansar all\u00ed. Esa visi\u00f3n lo empuj\u00f3 a un estado de trance feliz y se qued\u00f3 as\u00ed durante unas horas.<\/p>\n
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Atmananda nunca lo gui\u00f3 a este estado ni le prest\u00f3 atenci\u00f3n. \u00c9l sab\u00eda que uno solo puede alimentar las mentes. La conciencia no necesita comida. Su misma presencia fue su m\u00e1xima ense\u00f1anza. A los elegibles, \u00e9l entreg\u00f3 lo no pedido solo por su presencia. La elegibilidad estaba en el vac\u00edo interior, la fe inquebrantable, la falta de dudas, la rendici\u00f3n y el claro prop\u00f3sito de la liberaci\u00f3n. En el \u00e1rbol de la liberaci\u00f3n, las hojas sanas que buscan la liberaci\u00f3n permanecen en el \u00e1rbol, mientras que las hojas que est\u00e1n secas, confusas, prejuiciosas y descompuestas con fuertes emociones, ca\u00edan peri\u00f3dicamente. Cada brisa, y que decir la tormenta, fueron una raz\u00f3n suficiente para que esas hojas se cayeran. Cada vez que esto ocurr\u00eda, y alguien hac\u00eda comentarios o preguntas al respecto, Atmananda respond\u00eda con calma: \u201cNo est\u00e1n listos para la liberaci\u00f3n. Todav\u00eda no es su hora\u201d.<\/p>\n
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El sol se hab\u00eda puesto. Atmananda se puso de pie y comenz\u00f3 a caminar. Se movi\u00f3 unos pasos hacia el camino que conduc\u00eda a la orilla del r\u00edo. Obviamente, su intenci\u00f3n era darse un ba\u00f1o y meditar en el templo cercano. El sacerdote del templo local siempre le daba a \u00e9l y a sus seguidores algo de comida cada vez que este monje errante ven\u00eda por all\u00ed, a pesar de que nunca ped\u00edan, ni esperaban nada de nadie, en ning\u00fan momento.<\/p>\n
En el camino, se encontraron con una anciana. Ella cojeaba y caminaba con la ayuda de un palo. Ella era reum\u00e1tica y parec\u00eda tener una pierna congelada. Atmananda siempre preguntaba \u201c\u00bfHas comido?\u201d a cada persona anciana y enferma que encontraba en el camino. Le hizo la misma pregunta a esta se\u00f1ora. Ella dijo \u201cNo he comido nada en los \u00faltimos dos d\u00edas.\u201d Est\u00e9 lugar estaba lejos de la ciudad y escasamente poblado. Por lo tanto, no era un lugar favorito para los monjes errantes y las personas mayores indefensas. Atmananda se volvi\u00f3 hacia uno de sus seguidores llamado Ramakrishna y le dijo: \u201cTe di tres frutos por la tarde para que los guardases. \u00bfTodav\u00eda los tienes?\u201c Un vendedor de fruta le dio esto a Atmananda como Dakshina. Ramakrishna dijo: \u201cS\u00ed Gurudeva\u201d. Atmananda dijo \u201cD\u00e1selo a ella\u201d.<\/p>\n
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Ramakrishna vacil\u00f3 por un momento porque ese era el \u00fanico alimento que este grupo ten\u00eda en ese momento. Atmananda repiti\u00f3 sin emociones: \u201cD\u00e1selo a ella.\u201d. Ramakrishna no volvi\u00f3 a pensar. En ese momento, Atmananda ya hab\u00eda empezado a caminar hacia adelante. Ramakrishna se apresur\u00f3 a entregarle los frutos a la anciana y luego alcanzar al veloz y \u00e1gil Atmananda. De hecho, todos ellos estaban hambrientos y no hab\u00eda una fuente segura de alimentos a mano. Sin embargo, mientras caminaba con Atmananda, que nunca se hab\u00eda quedado en un lugar durante m\u00e1s de tres d\u00edas, nada estaba asegurado. Esta era una prueba para la mayor\u00eda de los disc\u00edpulos. A Atmananda nunca le import\u00f3 qui\u00e9n se cay\u00f3 y qui\u00e9n se qued\u00f3. \u00c9l continu\u00f3 caminando.<\/p>\n
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Despu\u00e9s de ba\u00f1arse y realizar el \u201cSandhya Vandan\u201d (ritual de oraci\u00f3n \/ meditaci\u00f3n durante el amanecer y el atardecer), caminaron hacia el templo. El Se\u00f1or Krishna era la deidad principal all\u00ed, el dulce aroma de las guirnaldas de albahaca (Tulsi) que adornaban el hermoso \u00eddolo del Se\u00f1or Krishna los salud\u00f3. El \u00eddolo brill\u00f3 a la luz de las l\u00e1mparas de ghee.<\/p>\n
Atmananda siempre tuvo una raz\u00f3n clara para llevar a sus seguidores a los templos: la purificaci\u00f3n. Nunca fue por su bien. La purificaci\u00f3n tiene m\u00faltiples aspectos. Primero los sentidos, luego la mente. Los sentidos no tienen significado o existencia sin la mente. Los ojos capturan la verdadera gloria, brillante y decorada, del \u00eddolo, que no es m\u00e1s que la representaci\u00f3n de un ideal. Cada \u00eddolo en el camino del Sanatana Darhma es la representaci\u00f3n de un ideal o dimensi\u00f3n particular de nuestra existencia, como acci\u00f3n, fuerza de voluntad, abundancia, riqueza, amor, conocimiento, paz, etc. Los o\u00eddos se despiertan a trav\u00e9s de mantras, campanas, tambores, caracolas y otros sonidos del templo. La nariz se despierta con la fragancia de las hojas de albahaca, las flores, los palitos de incienso, el alcanfor y los perfumes que se usan en el \u00eddolo. La piel se despierta mediante la aplicaci\u00f3n de ceniza sagrada, pasta de c\u00farcuma, s\u00e1ndalo o bermell\u00f3n. La lengua es despertada por el agua sagrada, las frutas ofrecidas u otras ofrendas. Dicen que el sonido del caracol que se escucha en el templo es tan poderoso como mil OM, y lo suficientemente poderoso como para rechazar todos los elementos negativos y despertar a los nadis humanos. Finalmente, la mente se despierta a trav\u00e9s de todos estos sentidos y las vibraciones de c\u00e1nticos y canciones, que la separan del mundo exterior y la mantienen estable en el presente. Por lo tanto, todo el cuerpo se despierta. Esto ayuda a la purificaci\u00f3n interna y externa. Aparte de eso, la ofrenda que los devotos dan en el templo significa sacrificio y redenci\u00f3n. La humildad es el aspecto m\u00e1s importante de la existencia humana que produce la gracia en abundancia.<\/p>\n
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La humildad tiene cuatro aspectos. La sensaci\u00f3n de insignificancia de una manera positiva es un aspecto. Si uno se siente m\u00e1s bajo que el m\u00e1s bajo, es una clara se\u00f1al de humildad establecida. Esta es tambi\u00e9n la raz\u00f3n por la cual las personas se postran con todo el cuerpo a los pies del \u00eddolo o maestro espiritual. Redenci\u00f3n total, haci\u00e9ndose insignificante, para que el ego se reduzca al nivel m\u00e1s bajo posible. El hombre menos el ego es igual a Dios. El segundo aspecto es ser tolerante, con un alto nivel de aceptaci\u00f3n, sin juzgar a uno mismo y al mundo que nos rodea. La aceptaci\u00f3n de uno mismo y del mundo que nos rodea mantiene nuestra mente firme y tranquila. La resistencia, el juicio, los prejuicios, el odio y la ira hac\u00eda todo es lo opuesto a esto. En ese caso, la mente sigue siendo turbulenta. El tercer aspecto es la aceptaci\u00f3n y el respeto de todos los seres, humanos y no humanos. Resp\u00e9talos como te gustar\u00eda que te respeten o m\u00e1s. Cuarto, no tener expectativas. No esperes respeto, reconocimiento o cualquier cosa mientras ofreces lo mejor de ti. Esto se simboliza al ofrecer variedad de cosas para el templo o \u00eddolo. El \u00eddolo representa un ideal y cada deidad es representaci\u00f3n de diferentes dimensiones de la existencia humana o diferentes ideales. Todo esto unido se convierte en la experiencia llamada Humildad. La humildad asegura la gracia en la vida.<\/p>\n
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Y, por supuesto, los templos son lugares de encuentro para compartir y cuidar, as\u00ed como para nutrirse<\/p>\n
y expresar nuestra bondad y amabilidad innatas. El rejuvenecimiento, la purificaci\u00f3n y la bondad nutritiva son las razones por las que Atmananda llev\u00f3 a las personas a los templos. \u00c9l nunca alent\u00f3 oraciones de solicitudes de beneficios materiales e inclusos espirituales de las deidades. Sol\u00eda decir: \u201cAumenta tu espacio interior, llevar\u00e1s m\u00e1s gracia\u201d. Siempre que las personas le preguntaban a Atmananda \u201c\u00bfQu\u00e9 podemos hacer para obtener el estado de Dios?\u201d, Atmananda siempre respond\u00eda: \u201cAl hacerlo, solo obtienes m\u00e1s karma\u201d. Solo a trav\u00e9s de la falta de acci\u00f3n o la existencia separada de las acciones y los resultados de la acci\u00f3n, mientras est\u00e1s en acci\u00f3n, puedes alcanzar a Dios. No puedes \u201cobtener\u201d a Dios. Dios solo puede ser alcanzado. Dios est\u00e1 siempre all\u00ed. La divinidad tiene que ganarse a trav\u00e9s del vac\u00edo. En silencio, te das cuenta de ello.<\/p>\n
Apenas hab\u00eda devotos en el templo ese d\u00eda. Era un templo del pueblo y estaba lejos de la multitud de la ciudad. Una anciana y su nieta adolescente caminaron alrededor del templo en una circunvalaci\u00f3n cantando \u201cAum Namo Bhagawate Vaasudevaaya\u201d, el mantra sagrado del Se\u00f1or Vishnu. Cuando vio a Atmananda y su s\u00e9quito, el sacerdote sali\u00f3 del templo y le entreg\u00f3 algunas flores, pasta de s\u00e1ndalo y dos pl\u00e1tanos que un devoto le hab\u00eda ofrecido al Se\u00f1or Krishna anteriormente. El sacerdote dijo \u201cNo se vaya. D\u00e9jame completar los rituales y cerrar el templo. Me gustar\u00eda compartir algo m\u00e1s de comida contigo.\u201d \u00c9l entr\u00f3 al templo para completar los poojas (los rituales) de la noche, Atmananda le dio un pl\u00e1tano a la anciana con la ni\u00f1a, que se le acerc\u00f3 para tocarle los pies. \u00c9l no le permiti\u00f3 que le tocara sus pies. En cambio, toc\u00f3 el suelo cerca de sus pies. Ella aull\u00f3 \u201c\u00a1Oh, no Swamiji, que Usted toque mis pies me traer\u00e1 un gran pecado!\u201d Atmananda sonri\u00f3 y dijo: \u201cSi yo soy la causa de tu pecado, tambi\u00e9n te lo quitar\u00e9. Bendice a este hijo, madre. Estoy tocando los pies de mi madre\u201d. Este episodio termin\u00f3 ah\u00ed porque Atmananda es un hombre de pocas palabras y casi sin emociones. \u00c9l vivi\u00f3 la vida de un Avadhoota perfecto<\/p>\n
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Atmananda y su grupo de nueve personas se sentaron afuera del templo esperando que el sacerdote cerrara el templo y se uniera a ellos. El sacerdote viv\u00eda a unos 100 pies del templo. Diariamente despu\u00e9s del ritual \u00e9l usualmente llevaba el arroz y las frutas que los devotos ofrec\u00edan al Se\u00f1or a su casa. Con eso, su familia de cinco personas se sobreviv\u00eda. Nunca se quejaron de la pobreza ni se angustiaban por sus penas. Lleg\u00f3 Atmananda, trajo algunas hojas anchas de un \u00e1rbol que serv\u00edan como platos desechables, las extendi\u00f3 sobre un asiento de piedra plano cerca de un \u00e1rbol de baniano y con su mano comenz\u00f3 a servir arroz. Sirvi\u00f3 casi la mitad de lo que ten\u00eda encima de las hojas. El resto lo guard\u00f3 para su familia. De un recipiente m\u00e1s peque\u00f1o, usando una cuchara de una hoja doblada de una manera particular y sujetada con una ramita de una planta, verti\u00f3 un poco de ghee en el arroz. Atmananda estaba sentado en silencio mirando esto. El sacerdote mir\u00f3 a Atmananda en tono de disculpa y dijo: \u201cEsto es todo lo que tengo. Por favor acepte mi humilde ofrenda y bend\u00edgame\u201d. La mano del sacerdote todav\u00eda ten\u00eda restos de arroz, Atmananda la sostuvo en se\u00f1al de gratitud, y dijo: \u201cGran encarnaci\u00f3n del amor incondicional, tus futuras generaciones no sabr\u00e1n qu\u00e9 es el hambre\u201d, los ojos del sacerdote se llenaron de l\u00e1grimas. Atmananda dijo: \u201cNos diste la mitad y tienes bocas hambrientas esperando esta comida. Quiz\u00e1s se duerman hambrientos porque la comida que tienes es insuficiente para cinco personas. No voy a permitir eso.\u201d Tom\u00f3 una hoja de pl\u00e1tano y cubri\u00f3 el recipiente que el sacerdote ten\u00eda en sus manos, golpe\u00f3 el vaso tres veces y le dijo al sacerdote: \u201cNo abras esta hoja hasta que llegue el momento de servir. Habr\u00e1 suficiente comida para todos\u201d. Para entonces, el sacerdote ya estaba abrumado. Trat\u00f3 de postrarse a los pies de Atmananda. \u00c9l no permiti\u00f3 eso. Lo abraz\u00f3 y dijo: \u201cCuidas bien al amado Se\u00f1or Krishna sin ninguna exigencia ni expectativa. Eres un hombre puro y desinteresado. Con tal de compartir la comida con cualquier extra\u00f1o que deambule por este camino, no te preocupas de ti y tu familia. Tu familia tambi\u00e9n es buena y piadosa. Solo la bondad y las bendiciones vendr\u00e1n a ti. Puedes ser materialmente pobre. Pero tienes un coraz\u00f3n rico. Nunca te faltar\u00e1 nada a partir de este momento. Tus pr\u00f3ximas siete generaciones experimentar\u00e1n la bondad de tus acciones.\u201d Los ojos del sacerdote estaban llenos de l\u00e1grimas de gratitud, Atmananda lo mando a su casa;<\/p>\n
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cerr\u00f3 los ojos, cant\u00f3 un mantra y toc\u00f3 la comida que el sacerdote hab\u00eda dejado en el plato. Nadie sabe c\u00f3mo esa peque\u00f1a comida se convirti\u00f3 en suficiente comida. Todo el mundo com\u00eda arroz con mantequilla de b\u00fafalo con el coraz\u00f3n lleno y nadie se dio cuenta de que la cantidad original ni siquiera era suficiente para una persona, mucho menos para nueve. Lo mismo sucedi\u00f3 en la casa del sacerdote. Todos comieron suficiente comida y a\u00fan hab\u00eda m\u00e1s. (Y el recipiente que Atmananda toc\u00f3 se qued\u00f3 con esa familia por siete generaciones. Su casa nunca tuvo escasez de alimentos). Todos los reunidos quedaron asombrados de c\u00f3mo Atmananda, que siempre actuaba de una manera humilde y modesta, realiz\u00f3 un acto de milagro. Mientras lo presenciaron, no lo consideraron un milagro debido a su hambre feroz. M\u00e1s tarde, cuando se dieron cuenta de lo sucedido, constataron que realmente no conoc\u00edan a Atmananda ni de c\u00f3mo operaba en momento alguno.<\/p>\n
Salieron de las instalaciones del templo la misma tarde y se instalaron en una galer\u00eda de la escuela a una hora de distancia del templo. Atmananda siempre camin\u00f3 al menos una hora despu\u00e9s de la cena, a pesar de que no hab\u00eda escasez de caminar, porque caminaban casi todo el d\u00eda, todos los d\u00edas. Antes del amanecer, Atmananda se dispuso a ba\u00f1arse y a hacer los rituales de la ma\u00f1ana. Esta escuela estaba lejos de la orilla del r\u00edo. Entonces, se ba\u00f1aron extrayendo agua del pozo. Atmananda hizo sus rituales a unos metros del pozo, sentado en una piedra. Cuando las mujeres del pueblo vecino comenzaron a acercarse al pozo para sacar agua, Atmananda se levant\u00f3 y comenz\u00f3 a alejarse. Su grupo de nueve personas lo sigui\u00f3.<\/p>\n
Todav\u00eda estaba oscuro. Caminaron durante una hora en la oscuridad. Hab\u00eda una ra\u00edz de un gran \u00e1rbol en el camino que no era tan claramente visible. Atmananda, que caminaba delante de todos, tropez\u00f3 con \u00e9l, cay\u00f3 y sufri\u00f3 una lesi\u00f3n grave en la pierna derecha. No pod\u00eda levantarse o caminar. Sus seguidores lo levantaron y lo llevaron al espacio libre, a una piedra plana en la que varios viajeros sol\u00edan descansar cuando estaban cansados. Esta piedra estaba cerca al camino del pueblo. \u00c9l estaba sangrando. Ellos no supieron qu\u00e9 hacer. Atmananda les pidi\u00f3 que consiguieran algunas hojas de una planta silvestre muy com\u00fan. Trajeron las hojas. Atmananda aplast\u00f3 esas hojas hasta hacer una pasta, y la ech\u00f3 sobre su herida. No hab\u00eda tela para atarlo. Se quit\u00f3 su propio pa\u00f1o, que era su \u00fanica vestimenta, excepto la tela alrededor de sus caderas, y la at\u00f3 sobre las hojas trituradas.<\/p>\n
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Debido al dolor insoportable Atmananda no pudo caminar. Sus seguidores se ofrecieron a llevarlo, lo cual rechaz\u00f3. Se sent\u00f3 en esa piedra desde la ma\u00f1ana hasta la tarde. Atmananda y sus seguidores no ten\u00edan comida. Lograron conseguir un poco de agua de un pozo vecino. No hab\u00eda casas en el vecindario y por el camino transitaban muy pocas personas. Si caminaban unos pocos kil\u00f3metros hacia atr\u00e1s, llegaban a la escuela y al pueblo donde pasaron la noche anterior. Sin embargo, Atmananda era terco. \u00c9l nunca se preocup\u00f3 por el hambre, pero sus seguidores s\u00ed. Algunos esperaban que Atmananda hiciera un poco de magia y les diera algo de comer como hizo antes. No pas\u00f3 nada. Uno a uno, apart\u00e1ndose de Atmananda, los seguidores comenzaron a protestar, hablando con aquellos que les prestaban atenci\u00f3n. Dijeron: \u201cSi Gurudeva pudo materializar comida para un sacerdote, \u00bfPor qu\u00e9 no puede hacer eso otra vez por nosotros?\u201d Uno de ellos dijo: \u201cMi vista se ve borrosa por el hambre. Ni siquiera puedo ver nada\u201d. Otro reflexion\u00f3 \u201c\u00bfEl gur\u00fa nos est\u00e1 probando?\u201d El tercero dijo \u201c\u00bfEst\u00e1s seguro de que materializ\u00f3 la comida el otro d\u00eda o lo imaginamos?\u201d Uno remarc\u00f3: \u201cDe ninguna manera. \u00c9l lo hizo. Todos comimos\u201d. Otro dijo: \u201cEstoy bastante seguro de que no tiene tales poderes. Probablemente sea el templo, el Se\u00f1or Krishna y el sacerdote lo que lo hizo posible. Si tuviera tales poderes, no nos dejar\u00eda morir de hambre. \u00bfPor qu\u00e9 no puede hacer eso ahora? Si \u00e9l tiene poder para conocer nuestras mentes, deber\u00eda saber que estamos hambrientos. \u00bfPor qu\u00e9 no est\u00e1 haciendo nada al respecto?\u201d. Otra persona dijo \u201c\u00bfEst\u00e1 durmiendo, simulando dormir para enga\u00f1arnos o realmente meditando?\u201d Uno de ellos dijo \u201cNunca nos pidi\u00f3 que lo sigui\u00e9ramos. \u00c9l nunca nos pedir\u00e1 que nos vayamos tampoco. Depende exclusivamente de nosotros permanecer o partir.\u201d Otro respondi\u00f3: \u201c\u00bfCu\u00e1l es su plan? \u00bfSe sentar\u00e1 en esta roca hasta que se cure, lo que puede llevar semanas?\u201d Fue un pensamiento aterrador para todos.<\/p>\n
Era casi medianoche. Ninguno de ellos hab\u00eda comido nada. Hab\u00eda un pueblo si viajaban hacia atr\u00e1s. No hab\u00eda ninguna pista sobre lo que habr\u00eda en el camino por delante. Algunos decidieron regresar a la escuela. Dieron unos pocos pasos, pero el camino del bosque estaba oscuro y atemorizante. Tem\u00edan a las serpientes y animales nocturnos. Se detuvieron y regresaron. Atmananda parec\u00eda estar durmiendo sin darse cuenta de todo esto. Manu y Ramakrisna se sentaron a ambos lados de \u00e9l enfoc\u00e1ndose en su Gur\u00fa sentado en el centro de sus corazones y no sintieron hambre. Las otras siete personas estaban en total confusi\u00f3n. Algunos intentaron acostarse y dormir, pero los sonidos extra\u00f1os de la jungla, el hambre penetrante y el miedo a los animales merodeadores estaban afectando seriamente su sue\u00f1o. Por \u00faltimo, faltaban solamente algunas horas hasta el amanecer. Atmananda despert\u00f3. Le pidi\u00f3 a Manu dos palos. Los us\u00f3 como muletas y camin\u00f3 hacia delante. Sus seguidores hambrientos, confundidos y privados de sue\u00f1o lo siguieron a rega\u00f1adientes. Atmananda no llevaba nada puesto excepto una telita alrededor de su cadera porque su pa\u00f1o se convirti\u00f3 en su vendaje, cubriendo su herida reci\u00e9n adquirida.<\/p>\n
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Afortunadamente, despu\u00e9s de caminar una hora, encontraron un pozo de agua, hecho por el rey para la comodidad de los viajeros. Sacaron agua, se lavaron, bebieron de ella, algunos lavaron sus ropas mientras se ba\u00f1aban, mientras que Atmananda limpio su herida, aplic\u00f3 m\u00e1s hojas y las at\u00f3 con el mismo pa\u00f1o nuevamente. No hab\u00eda comida en el vecindario. Sintieron mucha hambre. Despu\u00e9s de hacer sus rituales matutinos, Atmananda comenz\u00f3 a caminar. Como siempre, nunca le dijo a nadie a d\u00f3nde iba y cu\u00e1nto caminar\u00eda. \u00c9l solo comenz\u00f3 a caminar. Siete de sus seguidores ten\u00edan solo un pensamiento en sus mentes: ALIMENTO. La salida del sol sac\u00f3 aves coloridas de sus nidos, florecieron flores y el sendero del bosque se ve\u00eda hermoso y celestial con varias flores y gotas de roc\u00edo que las decoraban con rayos de sol. Solo Manu y Ramakrishna pudieron disfrutar esto. Los otros buscaban frutas, hojas, ra\u00edces o incluso semillas que pudieran comer y acallar su apetito. Atmananda sigui\u00f3 caminando con muletas. Nunca les pregunt\u00f3 o le import\u00f3 c\u00f3mo se sent\u00edan sus seguidores. \u00c9l nunca le pidi\u00f3 a nadie que lo siguiera en primer lugar. Y \u00e9l era un Avadhoota, muy introvertido y un perfecto solitario tambi\u00e9n.<\/p>\n
Finalmente, era mediod\u00eda. Las siete personas estaban cansadas. En ese momento, llegaron a un arroyo que bajaba a trav\u00e9s del bosque y flu\u00eda hac\u00eda el r\u00edo. Lavaron sus pies y sus caras cansadas y bebieron mucha agua. Atmananda se sent\u00f3 debajo de un \u00e1rbol y cerr\u00f3 los ojos. Manu y Ramakrishna se sentaron a su lado y se conectaron al centro de su coraz\u00f3n y se disolvieron en \u00e9l. Los siete seguidores confundidos se alejaron de ellos y comenzaron a tomar decisiones. El l\u00edder del grupo y tal vez el m\u00e1s hambriento de todos ellos llamado Amara dijo: \u201cMe voy. No puedo ver ning\u00fan final en este viaje. No puedo sentarme como Manu con el est\u00f3mago vac\u00edo. Y estoy convencido de que Atmananda no tiene poderes divinos. \u00c9l es un monje errante ordinario\u201d. Otro dijo: \u201cEstoy de acuerdo. \u00c9l no tiene poderes espirituales. En el templo, estoy seguro, fue el Se\u00f1or Krishna quien realiz\u00f3 ese aparente milagro\u201d. El tercero dijo: \u201cYo tampoco puedo existir de esta manera. \u00c9l no est\u00e1 preocupado por nosotros. \u00c9l es demasiado ensimismado. Y, despu\u00e9s de todo, \u00bfqu\u00e9 aprendimos exactamente de \u00e9l hasta ahora?\u201d El cuarto dijo \u201cEsto es verdad. \u00bfPor qu\u00e9 estamos caminando con \u00e9l? Siempre es incertidumbre y no hay ense\u00f1anzas. \u00c9l no est\u00e1 ense\u00f1ando nada. Y \u00e9l me est\u00e1 confundiendo con el nivel de frustraci\u00f3n de todo tipo. Me voy\u201d. Otro dijo: \u201cMe voy tambi\u00e9n. Esta incertidumbre no vale la pena\u201d. Amara dijo \u201cAmigos, \u00e9l es un hombre ordinario. Cay\u00f3 y se lastim\u00f3. \u00c9l no puede curarse as\u00ed mismo. \u00c9l no puede alimentarse a s\u00ed mismo ni a los dem\u00e1s. \u00c9l es tan indefenso. \u00bfNo puedes ver? \u00c9l es un hombre ordinario. Estamos enga\u00f1ados\u201d.<\/span><\/p>\n\n<\/p>
Finalmente, todos estuvieron de acuerdo en que Atmananda es solo un monje errante ordinario sin poderes extraordinarios ni conocimiento y se prepararon para dejarlo. Decidieron ir a verlo y decir adi\u00f3s. Cuando se acercaron a \u00e9l, vieron a los tres sentados con los ojos cerrados en meditaci\u00f3n. No tuvieron la paciencia de esperar hasta que abrieran los ojos. Ellos simplemente se alejaron. Alrededor de media hora despu\u00e9s de dejar Atmananda, vieron un \u00e1rbol con algunas frutas deliciosas. Comieron todo lo que pudieron y empaquetaron algunas para el resto de su viaje. Despu\u00e9s de comer y descansar un rato, Amara dijo: \u201cMira, Atmananda ni siquiera tiene la suerte de su parte. Solo despu\u00e9s de que lo dejamos, encontramos comida. Nos morir\u00edamos de hambre todo el d\u00eda e incluso la noche, mir\u00e1ndolo y esperando que \u00e9l se mueva. Tomamos la decisi\u00f3n correcta. Ahora somos libres y la suerte nos ha favorecido en forma de comida. Todos estuvieron de acuerdo. Atmananda, Manu y Ramakrishna regresaron a la realidad terrestre poco despu\u00e9s de que el grupo los abandonara. Atmananda intent\u00f3 levantarse. Manu sostuvo su mano y lo ayud\u00f3. Atmananda tom\u00f3 sus palos y comenz\u00f3 a caminar. Ramakrishna dijo \u201cGurudeva, buscar\u00e9 a los otros. Pueden estar durmiendo en alg\u00fan lugar. Por favor amablemente espere un momento. Sin mirar, Atmananda dijo sin ninguna emoci\u00f3n o preocupaci\u00f3n: \u201cNos han abandonado. Sigamos avanzando.\u201d<\/p>\n
Despu\u00e9s de caminar durante apenas 10 minutos, encontraron una peque\u00f1a residencia de agricultores. Cuando se acercaron, la mujer del granjero, una joven dama, sali\u00f3 de la casa, los invit\u00f3 y les pidi\u00f3 que se sentaran. Ella les ofreci\u00f3 agua y comida reci\u00e9n hecha. Todos comieron bien. Atmananda la bendijo: \u201cAnna daata Sukhi Bhava\u201d (Que el que sirvi\u00f3 la comida siempre sea feliz y est\u00e9 en abundancia). Ella se sinti\u00f3 feliz. Ella le dijo a Atmananda que estaba embarazada y busc\u00f3 sus bendiciones para un ni\u00f1o bueno y saludable que har\u00e1 que su linaje se sienta orgulloso. Atmananda la bendijo diciendo: \u201cTathasthu\u201d (As\u00ed sea). A pesar de que les pidi\u00f3 que se quedaran, comieran en la noche y se quedaran a pasar la noche aceptando sus limitadas instalaciones, Atmananda cort\u00e9smente rechaz\u00f3 esa oferta y decidi\u00f3 seguir caminando. La esposa del granjero tambi\u00e9n ofreci\u00f3 alguna medicina hecha de planta para su herida. \u00c9l amablemente rechaz\u00f3 eso tambi\u00e9n. Ellos comenzaron a caminar. La dama estaba en la puerta con las manos en posici\u00f3n de profunda reverencia hacia Atmananda.<\/p>\n
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Antes de que el camino girara, Manu mir\u00f3 hacia atr\u00e1s para despedirse de la mujer. Cuando mir\u00f3 hacia atr\u00e1s para ver si la se\u00f1ora todav\u00eda estaba all\u00ed, no vio a la se\u00f1ora, ni a la casa, ni al ganado. No hab\u00eda rastros de nada. Era solo un espeso bosque que bloqueaba incluso los rayos del sol. Tan lejos como sus ojos pod\u00edan ver, solo se ve\u00eda el camino hacia el pueblo. Como de costumbre, Atmananda nunca mir\u00f3 hacia atr\u00e1s. \u00c9l sigui\u00f3 caminando. \u00a1Y tanto Ramakrishna como Manu notaron que Atmananda caminaba sin palos y no hab\u00eda rastros de una lesi\u00f3n en su pierna! Se preguntaron la raz\u00f3n de este acontecimiento divino y concluyeron que era para sacudir el \u00e1rbol y arrojar las hojas secas, secas de convicci\u00f3n espiritual. Atmananda siempre dijo: \u201cLa convicci\u00f3n es esencial cuando uno elige caminar en el camino de la liberaci\u00f3n. Tal vez la convicci\u00f3n es m\u00e1s esencial que la fe\u201d.<\/p>\n
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Una hoja de la vida de Atmananda termina\u2026 aqu\u00ed.<\/p>\n
Descargo de responsabilidad:<\/p>\n
Atmananda es un personaje de ficci\u00f3n creado por Mohanji para explicar la Tradici\u00f3n. Cualquier parecido con personas verdaderas, vivas o muertas, o con hechos reales es pura coincidencia.<\/p>\n
Traducci\u00f3n: <\/strong> Mayte Acosta Guanche<\/span><\/p>\n\n<\/p>
Editado por:<\/strong> Mirela Polich<\/span><\/p>\n<\/div>\t\t\t\t\t\t\t\t<\/div>\n\t\t\t\t<\/div>\n\t\t\t\t\t<\/div>\n\t\t<\/div>\n\t\t\t\t\t<\/div>\n\t\t<\/section>\n\t\t\t\t<\/div>","protected":false},"excerpt":{"rendered":"\u201c\u00a1No puedo creer que soy tan limitado! No puedo sentir que tengo un cuerpo. Bhagavan, (Se\u00f1or), \u00bfQu\u00e9 es esto?\u201d, Le pregunt\u00f3 Manu a Atmananda. Atmananda no le prest\u00f3 atenci\u00f3n a sus palabras. Hay muchas de esas exclamaciones de sus seguidores a las que est\u00e1 acostumbrado; y \u00e9l sabe la causa de tales sorpresas: Mente. Nunca estuvo impresionado con nada que las mentes hayan producido alguna vez. \u00bfPor qu\u00e9 deber\u00eda? La mente es todo lo que ve a su alrededor. Mentes que caminan, hablan, duermen, sue\u00f1an. Mentes pesadas, cargadas de conceptos, prejuicios, miedos, recuerdos y deseos. Nada m\u00e1s. LEER M\u00c1S <\/p>","protected":false},"author":268,"featured_media":1849,"comment_status":"open","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_acf_changed":false,"site-sidebar-layout":"default","site-content-layout":"","ast-site-content-layout":"","site-content-style":"default","site-sidebar-style":"default","ast-global-header-display":"","ast-banner-title-visibility":"","ast-main-header-display":"","ast-hfb-above-header-display":"","ast-hfb-below-header-display":"","ast-hfb-mobile-header-display":"","site-post-title":"","ast-breadcrumbs-content":"","ast-featured-img":"","footer-sml-layout":"","theme-transparent-header-meta":"","adv-header-id-meta":"","stick-header-meta":"","header-above-stick-meta":"","header-main-stick-meta":"","header-below-stick-meta":"","astra-migrate-meta-layouts":"default","ast-page-background-enabled":"default","ast-page-background-meta":{"desktop":{"background-color":"var(--ast-global-color-4)","background-image":"","background-repeat":"repeat","background-position":"center center","background-size":"auto","background-attachment":"scroll","background-type":"","background-media":"","overlay-type":"","overlay-color":"","overlay-opacity":"","overlay-gradient":""},"tablet":{"background-color":"","background-image":"","background-repeat":"repeat","background-position":"center center","background-size":"auto","background-attachment":"scroll","background-type":"","background-media":"","overlay-type":"","overlay-color":"","overlay-opacity":"","overlay-gradient":""},"mobile":{"background-color":"","background-image":"","background-repeat":"repeat","background-position":"center center","background-size":"auto","background-attachment":"scroll","background-type":"","background-media":"","overlay-type":"","overlay-color":"","overlay-opacity":"","overlay-gradient":""}},"ast-content-background-meta":{"desktop":{"background-color":"var(--ast-global-color-5)","background-image":"","background-repeat":"repeat","background-position":"center center","background-size":"auto","background-attachment":"scroll","background-type":"","background-media":"","overlay-type":"","overlay-color":"","overlay-opacity":"","overlay-gradient":""},"tablet":{"background-color":"var(--ast-global-color-5)","background-image":"","background-repeat":"repeat","background-position":"center center","background-size":"auto","background-attachment":"scroll","background-type":"","background-media":"","overlay-type":"","overlay-color":"","overlay-opacity":"","overlay-gradient":""},"mobile":{"background-color":"var(--ast-global-color-5)","background-image":"","background-repeat":"repeat","background-position":"center center","background-size":"auto","background-attachment":"scroll","background-type":"","background-media":"","overlay-type":"","overlay-color":"","overlay-opacity":"","overlay-gradient":""}},"footnotes":""},"categories":[1],"tags":[],"class_list":["post-1848","post","type-post","status-publish","format-standard","has-post-thumbnail","hentry","category-blog"],"acf":[],"yoast_head":"\n
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