Babaji – Más allá de definiciones – Parte 1

Babaji existe más allá de las envolturas. Las lleva sólo para cumplir un Dharma específico

Queridos Amigos,

Este es mi humilde intento para expresar en palabras un fenómeno que es realmente indescriptible. Mahavatar Babaji no es solamente un hombre o un Guru. Él es un fenómeno.

Incluso el nombre Babaji, el cual es habitualmente utilizado en India para referirse a Maestros espirituales, no puede explicar o transmitir el fenómeno que llamamos “Babaji”. Debido a que tenemos que depender de un nombre para hacer entender a los demás a quien nos referimos, utilizaré el nombre de Babaji.

Babaji va más allá de cualquier entendimiento intelectual. Él va más allá de palabras o pensamientos. Él va más allá de cualquier tipo de teoría o experiencia espiritual. Cualquier forma o imagen que se le pueda atribuir realmente no está a la altura de Su estatura. Él representa aquello sin forma. Pero, Él asume la forma que está en tu mente, siempre que necesita comunicar un mensaje, para que puedas saber quién te está hablando!!! Un Maestro sin forma puede escoger cualquier forma, siempre y cuando sea necesario. La mente humana, adicta a la forma, no puede quedar satisfecha, hasta que una forma convincente va unida a un mensaje. De lo contrario, incluso si el mensaje es realmente relevante para el receptor, se descartará como información o mensaje proveniente de una fuente sospechosa. Para poder satisfacer esta necesidad, Babaji ha aparecido en formas comprensibles para el receptor, mientras que realmente él no tiene ninguna forma. Me di cuenta de esta verdad, en el modo más práctico.

Esta crónica es sobre mis experiencias/impresiones de Babaji. Aunque me he cuestionado mi elegibilidad para escribir sobre tal Maha Avatar (Gran Encarnación), he pensado que mis experiencias podrían ayudar a algunos buscadores en el camino de la espiritualidad.

Hay muchos en este mundo que han tenido experiencias directas con este Maestro inter-galáctico. Cada experiencia puede ser única y diferente. Ésto es bastante normal porque cada uno tiene distintos niveles de evolución, elegibilidad y diferentes niveles de entendimiento. Por lo tanto las comparaciones no tienen valor. Por favor mantén esto en mente, a medida que sigues adelante.

Mi Primer Conctacto con Babaji – En Esta Vida

Mucha gente ha sabido de este poderoso y omnipresente Maestro a través del logro literario sin precedentes escrito por Paramahansa Yogananda llamado Autobiografía de un Yogi. Éste fue también mi caso. Mi primer contacto con Babaji en esta vida fue a través de este maravilloso libro de Yogananda. Leí el libro ya hace muchos años, eso debía de ser a mediados de los 90. Leí sobre distintos Maestros y estaba fascinado por ellos. A parte de eso nada más.

En el año 2000 mi única hija Ammu falleció, lo cual causó mucho dolor a los miembros de mi familia, incluido yo mismo. Ese fue el año que visité los Himalayas por primera vez. Haridwar, Rishikesh, Tapovan… – los baños en el Sagrado Ganges fueron realmente purificantes. Meditar en la Cueva Vasishta, conocer santos verdaderos y sadhus, que no querían nada de mí, fue muy renovador, especialmente para un hombre como yo que siempre ha estado en el mundo comercial de la dura competencia y relaciones interesadas. La gente no conoce a otra gente sin esperar nada a cambio!!! El amor incondicional de los Himalayas fue muy refrescante y prometedor. Creó nueva esperanza en mí. Un nuevo propósito. Desencadenó mi espiritualidad. Me empujó a un camino totalmente diferente, del cual yo era inconsciente en ese momento. El camino de la sutileza y el poder. El camino de la verdad. El camino de SHIVA.

Himalayas

Los Himalayas me atraparon tanto. Ya nunca más pude resistir la tentación de visitar los Himalayas cada año desde entonces, lo cual sigue hasta hoy en día. Aún lo hago cada año por el aniversario de la muerte de Ammu.

En el año 2000 conocí a Mata Devi Vanamali, la Madre Divina, quién es compasión encarnada, una gran devota del Señor Krishna. Ella me adoptó como su hijo espiritual. Ella vive en Tapovan, cerca de Rishikesh, en las orillas del rio Ganges. Ella me dijo “Un hijo no necesita permiso para visitar la casa de sus padres. Este ashram es lo mismo para ti. No necesitas permiso para venir aquí. Esta es tu casa también.” Fue así como encontré mi “casa” en los Himalayas.

Mata Devi Vanamali y yo

Aunque cada viaje me aportó nuevas revelaciones yo no estaba buscando conscientemente a Babaji. Este pensamiento incluso no existía en mi mente.

En el 2002 visité el templo Badrinath con Mataji, el cual está localizado a una latitud muy alta en los Himalayas. El oxigen es menor allí y yo estaba experimentando falta de aliento. También hacia mucho frio.

Se supone que la morada de Babaji está cerca del templo Badrinath. Yo no sabía eso. Ahora me doy cuenta de que Babaji está en todas partes y que no permanece solamente cerca de Badri. De cualquier modo, allí tuve un interesante encuentro con un santo y yo considero que fue un encuentro con Babaji, aunque no esté del todo seguro. ¿A caso importa? Sucedió de la siguiente forma…

La noche que llegamos, cuando miré al cielo vi encima del templo un objeto redondo brillante en el cielo. Parecía un platillo volador – un ovni. En cierto modo, uno espera muchas cosas extrañas o indescriptibles en los Himalayas. Así que di por sentado que los aliens podrían estar visitando grandes Maestros en los Himalayas. He escuchado que algunos grandes Maestros que meditan en los Himalayas no son de la Tierra. Así que ver un ovni me pareció muy posible.

Por la mañana, me di cuenta de que había una montaña detrás del templo, la cual no era visible de noche, y había una pequeña cabaña en la cima de la montaña. No pude ver ningún camino que subiera hasta la cabaña. Pregunté a Mataji y me dijo que un santo ya mayor vivía allí. No podía imaginar la posibilidad de que un viejo santo meditara en lo alto de las montañas en tales condiciones climáticas. Quería conocerle, pero debido al estado de mi salud y a que no podía encontrar la manera de llegar hasta allí arriba, descarté el deseo como una imposibilidad. Nos quedamos allí un par de días y al tercer día decidimos irnos de Badri.

Mataji nos dijo que nos iriamos después de las pregarias matutinas en el templo. Ese día el templo estaba lleno de gente. A Mataji le fue permitido sentarse justo delante del sanctum sanctorum y yo me senté en la cuarta o quinta fila detrás de ella. Desde donde estaba sentado podía fácilmente ver lo que sucedía dentro del templo. Los rezos y rituales habían empezado y todo el mundo presente estaba recitando mantras. Había una gran energía y elevación. De repente, un hombre mayor y frágil entró por la puerta y atravesó la multitud dirigiéndose al sanctum sanctorum donde Mataji estaba sentada. Todo el mundo lo dejó pasar. Mataji se movió a un lado y él se sentó detrás de ella. Cuando lo vi, percibí un gran poder oculto dentro de ese frágil y viejo cuerpo. Él era muy delgado, casi un esqueleto. Observé sentado a este hombre y al ritual. Cuando la plegaria terminó todo el mundo se levantó para irse. El santo mayor pasó por delante de mí, miró a mis ojos y de repente cogió mi mano derecha y me dio un apretón fuerte. Aún puedo sentir su apretón, cada vez que recuerdo este incidente. Sostuvo mi mano por unos segundos, en medio de la multitud que estaba empujándonos, y de repente la soltó y se marchó. Desapareció inmediatamente y no pude encontrarle en ningún sitio. No podía entender a este santo ni porque cogió mi mano con un fuerte apretón, miró profundamente en mis ojos y desapareció tan rápidamente. Todo era tan misterioso.

Cuando salí, Mataji me estaba esperando fuera. Me dijo: “Este viaje es muy santo porque pude sentarme al lado de un Gran Yogi”. Le dije lo que él me hizo. Exclamó: “Eres tan afortunado. Él es una gran Yogi, que permanece aljeado del contacto humano”. Le pregunté: ¿Quién es él? Contestó: “Tu querías conocer a este santo que vive en la cima de la montaña detrás del templo. Ese era él. Ya que no pudiste ir hasta allí, Él bajo para verte. Tales Maestros cumplen los deseos sinceros de los buscadores”. ¡Esa fue una experiencia tan sobrecogedora para mí! Mi corazón estaba lleno de gratitud, como nunca antes. ¿Era Babaji? Quién sabe. Nunca lo volví a ver.

El Chico Babaji

En el 2004 afronté otra crisis. Tuve que irme de Omán y sufrí muchas pérdidas materiales y otros problemas. También perdí mi trabajo y me sentía inseguro respecto a todo, excepto a mi espiritualidad. En esa época fue cuando conocí a un hombre que estaba en comunión constante con Babaji. Ya que no tengo el permiso para revelar el nombre de esta persona ni su paradero, lo llamaré El Chico Babaji.

La primera vez que hablé con él, él estaba visitando la India y estaba en casa de un amigo. Cuando mi amigo me dijo que el Chico Babaji estaba en su casa sentí una gran necesidad de hablar con él. Yo estaba en Dubai en ese momento y la casa de mi amigo está en la India. Cuando le dije a mi amigo sobre mi deseo él dijo “Oh, estás malgastando el tiempo Mohanji. Él incluso no mira a nadie, y menos aún hablar. Siempre está meditando, día y noche”. Eso no me hecho para atrás. Aún así insistí y mi amigo finalmente tomó la iniciativa. Llamé en un momento concreto en que el Chico Babaji estaba cerca de un teléfono también acordado y mi amigo cogió la llamada. Le pude escuchar diciéndole algo al Chico Babaji sobre mí. Le escuché diciéndole “Mohanji está llamando desde Dubai. Él es una gran alma. Deberías de hablar con él”, le dio el teléfono al Chico Babaji. Escuché su voz por primera vez. Incluso antes de que pudiera decir “hola”, él dijo “Om Sai Ram… Om Sai Ram… Om Sai Ram…” tres veces y colgó el teléfono. De repente, sentí que algo entraba por mi cabeza – era como una bala perforando mi cabeza. Un dolor enloquecedor. Le siguió un dolor de cabeza severo. No podía ni tan siquiera ver claramente. De algún modo pude llegar a casa y me puse a dormir. No podía hacer nada más.

El cambio inexplicable 

15 de Agosto. Una semana después de que habíamos “hablado”. Yo estaba yendo a la India. Sabía que iba a encontrarme con el Chico Babaji y estaba muy contento por ello. Compré algunos frutos secos de alta calidad y tan pronto como aterricé en la India intenté quedar con él. No fue fácil. Quedé con mi amigo quien lo estaba hospedando y él me bajó un poco la moral cuando me dijo “Mohanji no es fácil quedar con él. Vive en una casa la cual está a una hora de aquí. Siempre está meditando y en comunión con Babaji. Nunca habla a nadie. Ni tan sólo mira a la gente. No come demasiada comida. Está en silencio y no sale de su habitación al menos que sea esencial”. Yo seguía insistiendo en verle. Finalmente él se rindió ante mi insistencia y fuimos hacia su casa. Muchos pensamientos estaban teniendo lugar en mi ansiosa mente. Yo era como un niño de camino a Disneyland.

 

Cuando llegamos a su casa yo estaba esperando que una criada o ama de llaves fuera a abrir la puerta. Antes de que pudiera picar el timbre el Chico Babaji vino y abrió la puerta. Yo estaba con la boca abierta. ¡No sabía que decir! Simplemente me quedé allí, mirándole. Él rompió el silencio: “Mohanji… Bienvenido”. Le intenté explicar quién soy y porque estaba allí. El acabó con mi intento de forma muy abrupta y dijo: “Babaji me ha dicho que estabas viniendo. Estaba esperándote. Tengo que darte algo. Ven conmigo”. Mi corazón empezó a latir más fuerte. Anduve con él hasta el comedor de la casa. Tenía los frutos secos conmigo. Se los ofrecí. Dije: “Esto es para ti y para Babaji”. Él lo tomó sin ninguna expresión. Pensé que no lo había entendido. Se lo cogí y se lo volví a dar diciendo: “Estos son dátiles especiales, para ti y Babaji”. Él dijo abruptamente: “Ya lo he entendido”, lo cual era una indirecta de que no estaba interesado en formalidades. Me indicó que me sentará en el asiento opuesto a él. Él también se sentó.

Él dijo “Escúchame atentamente. Ayer por la noche Babaji me dijo que tú ibas a venir. Me habló de ti en detalle. Lo sé todo. Sé el problema que estás teniendo con cuando meditas. Babaji dice que “Tú deberías dividir tu mente en dos y dirigirte al medio. Alcanzarás tu destino”. “Babaji me pidió que te enseñara un mudra (un modo en concreto de unir los dedos para alcanzar un flujo de energía deseado) el cual te ayudará a tirar hacia delante.” Me lo enseñó y pacientemente perfeccioné este muda. Me lo hizo hacer muchas veces, hasta que quedó satisfecho. Entonces, de repente dijo “Meditemos juntos”. 

Esto fue de hecho inesperado. Mis amigos estaban esperándome fuera y yo había prometido estar con mis padres antes de la puesta de sol. Además, mi amigo, el huésped del Chico Babaji, me había dicho que una vez que empieza a meditar no sale de ese estado hasta pasados unos días. ¿Qué voy a hacer? Intenté meditar por 30 minutos. Vi que el Chico Babji estaba en un estado de meditación profunda. Me postré ante sus pies y me fui para casa. Ese fue un día increíble para mí. Estaba muy excitado. Babaji me conoce y además me ha dado un precioso y poderoso mudra a través de su discípulo!!!. Sentí que este fue un gran salto en mi vida espiritual.

Un Cambio de Conciencia

Al día siguiente había una función pública en mi vecindario. Esta era una función con el ánimo de honrar a las personas que habían sobresalido en actividades/servicio de caridad. Yo también fui honrado en esa función por una celebrity, por las iniciativas de caridad llevadas a cabo a través de Ammucare, la organización que fundé en el 2003. De cualquier modo, mi interés no era el premio. Mi interés era que el Chico Babaji quizás estaría allí en la función. Esta sería otra oportunidad para pasar algún tiempo en su campo de energía. Tan pronto como llegué al lugar, me dirigí al interior buscándole. Lo encontré sentando con los ojos cerrados en una habitación que estaba en el otro extremo del escenario.

No había nadie más en la habitación. Me senté a su lado. Cuando él sintió mi presencia abrió sus ojos y me miró brevemente y los volvió a cerrar. No hizo ninguna muestra de reconocimiento. Me senté allí y mentalmente le dirigí mis disculpas por haberme ido sin despedirme. Le intenté comunicar telepáticamente el siguiente mensaje “Lo siento tanto. Me tuve que ir temprano ayer, sin poder decírtelo. No quería molestarte porque estabas en un estado de meditación profunda”. Unos segundos más tarde, de repente abrió los ojos y dijo “Está bien. Sin formalidades”. Él recibió mi mensaje telepático y respondió verbalmente!!! Esto fue realmente increíble. Mi conectividad con él era clara para mí y estaba funcionando!!! De repente, una fuerte vibración, como una tormenta empezó dentro de mi cuerpo. Estando sentado me di cuenta de que no podía moverme. Me sentía paralizado. Se estaba formando energía, como burbujas, en la zona del estómago, elevándose como burbujas de agua de soda dentro de un vaso. Sentí un montón de energía-burbujas formándose, moviéndose y estallando en mi cabeza. Aun así no asustaba. Mientras todo esto estaba ocurriendo mi mente consciente y sentidos también estaban reconociendo mi estado y la función que estaba tomando lugar fuera de esa habitación. De un modo sutil tenía la certeza de que mi nombre sería llamado en cualquier momento y que tendría que ir al escenario.

El saber que no podía mover mi cuerpo así como que algo drástico estaba ocurriendo en mi interior me consumió completamente. Estaba muy expandido y observando lo que ocurría dentro de mi cuerpo, así como los discursos y demás acontecimientos que estaban teniendo lugar en la función fuera de la habitación. No sé por cuanto tiempo estuve allí sentado. Deseaba que el Chico Babaji me rescatara y me ayudará a alcanzar el escenario en el momento en que pronunciaran mi nombre. Él no hizo nada. Parecía como si también estuviera en trance profundo. Yo estaba definitivamente en un estado de trance. De repente, un santo que estaba sentado en el escenario, vino a la habitación donde estábamos sentados, sin decirnos nada; suavemente pasó su mano por encima de mi cabeza y rápidamente se fue. En unos segundos volví a un estado normal.

Al mismo tiempo, mi nombre fue anunciado y me las arreglé para poder llegar al escenario mientras describían las actividades de Ammucare para los pobres y desamparados. Fui al escenario, recibí el honor y cuando estaba a punto de volver me pidieron que pronunciara unas palabras. No podía. Estaba en un estado distinto. Simplemente expresé mi gratitud y honor con unas palabras limitadas y básicamente con lenguaje no verbal y rápidamente volví a la habitación donde el Chico Babaji aún permanecía sentado. Estaba en el mismo estado y no se percató de mi presencia o movimientos en la habitación.

La Partida Y El Regalo Incalculable

Después no pude pasar mucho más tiempo con el Chico Babaji. Muy pronto supe que él iba a irse de ese lugar. Una tarde, estaba sentado hablando con mis padres cuando alguien me llamó. Estaba sorprendido de escuhar la voz del Chico Babji. Él fue abrupto, como siempre: “Me voy esta noche. Me gustaría verte. ¿Puedo venir a cenar a tu casa?”. Estaba tan encantado con su propuesta! Inmediatamente lo invité. Él llegó en coche. Tan pronto como entró a la casa él me pidió que lo llevará a la habitación donde mis padres habián colocado el altar y la lámpara encendida. Hay muchas fotos e ídolos allí. Se quedó en silencio rezando por unos minutos. Me llamó y me enseñó su foto de Babaji.

Sé por él que esa foto era como un vínculo o conexión con Babaji. Él nunca enseñaría esa foto a nadie ya que la considera personal y sagrada. Siempre lleva esa foto con él. Él dijo: “Babaji me pidió que te diera esta foto a ti”. ¡Vaya, que sorpresa! Sabía que esa foto era incalculable. Fue como si el Chico Babaji me estuviera dando su propia vida a mí. Estaba profundamente honrado y fascinado por el amor de Babaji. Sin ninguna muestra de emoción me extendió la foto y dijo “Cuida de esto. Babaji te hablará”. No podía creer que todo eso ocurriera en tan breve lapso de tiempo. Me pregunté sobre mi elegibilidad para este amor y gracia. ¿Qué he hecho yo para recibir esto? Sólo Babaji lo sabe.

De cualquier modo estaba agradecido y sobrecogido. El Chico Babaji cenó con nosotros y se fue la misma noche. Nunca más volví a comunicarme o quedar con él. Sentí como si el Chico Babji fuera enviado por el mismo Babaji para guiarme a Su camino, y desapareció después de cumplir con su misión. No aceptó nada de mi a cambio, excepto quizás la cena, la cual ciertamente no tenia ningún valor con las bendiciones que derramó sobre mí. Sutilmente me enseñó tantas cosas. Él cambió mi constitución, sin decirlo. Así, me encontré con otra alma desinteresada. Mi camino se estaba aclarando. Estaba empezando a entender mi tradición y el propósito de mi existencia. La foto que el Chico Babaji me dio aún está conmigo, en mi altar- que posesión más incalculable…

La historia continuará…

Te quiero, M

En el momento oportuno, a través del instrumento adecuado, se produce el desencadenamiento que vuelve a despertar las bendiciones de toda nuestra sadhana pasada: nunca se desperdicia nada…

1 comentario en “Babaji – Más allá de definiciones – Parte 1”

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